Quien no es capaz de gobernarse a sí mismo, acaba invariablemente mal. Quien siente ternura por sus propios males, acaba como el culo. Quien se lo consiente todo a sus debilidades, a sus miedos y a sus flaquezas, es carne de cañón.
Quien no es capaz de gobernarse a sí mismo, acaba invariablemente mal. Quien siente ternura por sus propios males, acaba como el culo. Quien se lo consiente todo a sus debilidades, a sus miedos y a sus flaquezas, es carne de cañón.